Los campamentos representan espacios diseñados para proporcionar a los jóvenes experiencias enriquecedoras de intercambio, convivencia y contacto directo con la naturaleza. Pueden adoptar tanto formas permanentes como temporales, y suelen ofrecer un entorno que fomenta el aprendizaje, la camaradería y el desarrollo personal. 

Los campamentos temporales a menudo se desarrollan durante periodos específicos del año, como el verano, y ofrecen una variedad de programas que van desde actividades al aire libre hasta talleres educativos. Por otro lado, los campamentos permanentes están establecidos durante todo el año y pueden servir como centros educativos continuos o espacios para eventos específicos.

El énfasis en el contacto con el medio natural destaca la importancia de conectar a los jóvenes con el entorno, fomentando la apreciación de la biodiversidad, el respeto por el medio ambiente y el desarrollo de habilidades prácticas al aire libre.

En resumen, los campamentos representan una oportunidad única para el crecimiento personal y la construcción de relaciones significativas en un contexto fuera del entorno cotidiano.